Desde hace varios años los exámenes teóricos de Capitán de Yate de Recreo han presentado diversos errores. Desde Yacht Point reflexionamos sobre estos exámenes y la importancia para ser un buen marino.
En toda España se han modernizado el contenido y las estructuras del examen teórico para las diferentes titulaciones náuticas de recreo mediante el R.D. 875/2014, publicado en el B.O.E N.º 247 del 11.10.2014. Su puesta en vigor afectó a las convocatorias celebradas a partir del 11 de enero de 2015 y hoy día siguen en vigor.
Las experiencias realizadas durante las primeras convocatorias de Capitán de Yate de Recreo en Catalunya con el contenido del nuevo plan y temarios, no han sido especialmente negativas si consideramos el objetivo más frecuente de los aspirantes: “Obtener el certificado de Capitán de Yate” para poder acceder al examen de patrón profesional de embarcaciones de recreo, PPER.
- Menos asignaturas teóricas: eliminación de la teoría del buque y la construcción naval, así como el cuestionario teórico de radio.
- Recorte del temario en general y la desaparición de la cinemática naval en particular.
- Desaparición de la prueba en forma de locución del inglés náutico.
- Nueva estructura de la prueba teórica en forma de test para todas las unidades de trabajo, incluida la de cálculo astronómico con “cuatro ofertas de respuestas” en lugar de cuantificar un ejercicio con diez cuestiones de una sola respuesta.
- Reducción considerable de la duración de la prueba teórica a un total de 2 horas y media durante la tarde del viernes.
- Publicación de los enunciados y de una plantilla de resultados “correctos” en la red.
- Ampliación de las horas dedicadas a las actividades prácticas de navegación y de comunicaciones radiofónicas.
Sin embargo, la pregunta que se plantea es: ¿Cubre el contenido y la reorganización de las pruebas una preparación suficiente para justificar las atribuciones de la titulación de un patrón de recreo en general y la de Capitán de Yate en particular?
Nuestra opinión es que no. ¡De ninguna manera salen preparados los alumnos con una capacidad adecuada de mando, ni con los conocimientos necesarios para ejercer con seguridad una navegación oceánica!
En consecuencia, ¿No sería mucho más adecuado eliminar totalmente los exámenes teóricos para títulos náuticos de recreo y dejar al riesgo de cada uno (y de las compañías aseguradoras) la decisión de lanzarse al mar sometido a la responsabilidad civil y penal ya existente? En otros países ya funciona esta actividad con total independencia de la administración pública, sometiéndola únicamente a las normas más elementales de la convivencia y a la legislación ya vigente.
Finalmente, las experiencias de calidad en la elaboración de las preguntas, enunciados, ofertas de test y publicación de resultados han sido muy poco escrupulosas. Por ejemplo y sin ánimo de analizar exhaustivamente el contenido de cada convocatoria, en las primeras, teóricas de Capitán de Yate, realizadas en Barcelona desde Abril de 2015 hasta Abril 2016, ha habido entre 1 y hasta 3 ejercicios (de diez) con errores de enunciado, de resultados en el cálculo de la respuesta correcta y/o en la publicación de la respuesta supuestamente correcta.
En este sentido y sólo como ejemplo ilustrativo, sin pretender analizar aquí todas las convocatorias habidas hasta ahora, las calificaciones de la convocatoria de Abril-2016: La Asociación de Escuelas Náuticas de Catalunya ha reclamado oficialmente que se contemplen los 3 errores detectados en las 10 preguntas (la 14, 16 y 17) de cálculos para CY:
Por ejemplo, la 14 tiene un error posiblemente tipográfico en el resultado C:
En lugar de un resultado de la latitud por la polar de 44º43,9’N debería decir 44º43,0’N.
El ejercicio 16 era una trampa mortal, pues el H*G (Peacock) = 341º36,5′. Numéricamente correspondería a la respuesta C). Pero como las ofertas de las soluciones (todas) ofrecen ¡un contaje al Este para el horario!, la respuesta correcta en este caso solo puede ser A) H*G = 018º23,5′(E).
Finalmente, la respuesta correcta para el ejercicio 17, una corrección total en el instante del ocaso verdadero, nunca puede ser B) Ct = -06,4º. Realmente la respuesta es, Ct = +15,8º, que no se ofrece. ¡El vocal ha calculado mal el azimut verdadero en el instante del ocaso!
Además, se ha reclamado al Tribunal de exámenes de Patrón de Yate que la pregunta 28 conduce a confusión por la interpretación de la palabra inglesa «time», debiendo dar A, B y C como respuestas correctas: Para la referencia a «ETA» tendríamos que matizar «Hora estimada de llegada».
Para la pregunta 19 (Meteo/PY) convendría valorar si la redacción de la misma acerca más a un dominio de conocimientos geográficos que no meteorológicos. Precisaría de un dibujo para ubicar el trozo de costa por el que se pregunta y así el planteamiento quedaría más centrado en el aspecto meteorológico, que es de lo que se trata.
Como se observa aquí, la dedicación de los vocales a elaborar el examen trimestral de náutica en PY y CY en abril de 2016 no fue muy precisa. Las tres convocatorias anteriores (de 2015) no fueron mejores: ¡En las 4 primeras convocatorias del nuevo plan para PY y CY en Barcelona ha habido entre 1 y 4 errores entre los enunciados y las respuestas! ¡A fechas de 2018 la situación ha mejorado, pero siguen presentándose errores del tipo citado en algunas convocatorias!
Parece que falta un control previo y necesario por parte del Tribunal de Exámenes sobre la elaboración de los textos y resultados de los enunciados que se presentan a los candidatos en el momento de la prueba. Ello conduce a inseguridad durante la realización de los ejercicios cuando el tiempo para ello, aunque es suficiente, apremia en caso de dudas. Cuando las dudas se plantean por enunciados insuficientes y propuestas no correspondientes a un cálculo correcto, la incertidumbre de personas con poca experiencia en la materia se incrementa sin razón.
¡Dejemos los exámenes teóricos y dediquemos el esfuerzo a formar marinos de recreo con la práctica!
De máxima prioridad y por éste orden somos de la opinión que se precisan conocimientos de meteorología e interpretación de los partes. A continuación, la posibilidad real de comunicación radiofónica y, en su caso utilizando para ello oralmente el idioma inglés. Luego, la aplicación estricta del RIPA y de una navegación bajo máximas condiciones de seguridad. Finalmente el dominio y conocimiento de la embarcación y la navegación instrumental. Para superar estas exigencias se necesita poca formación teórica y, sobre todo, experiencia adquirida mediante la actividad práctica:
Los centros de formación privados ya se encargan de aportar todo lo que el interesado precise con criterio y capacidad suficiente para ello. Pero, ¡eliminemos los exámenes teóricos que plantea actualmente la Administración! No sirven más que para justificar la obtención de un inútil papel y una insignia en la gorra!